Quinto bat
Por Edgar Pérez H.
Uno de los iconos más grandes del béisbol mexicano, para muchos el más importante, Fernando Valenzuela, falleció el pasado martes a la edad de 63 años. Su trayectoria en la gran carpa marcó un antes y un después para todos los aficionados al Rey de los Deportes en México. En la década de los 80's, todo el país se paralizaba, cada que lanzaba con los Dodgers. La televisión mexicana transmitía los juegos y nadie, pero absolutamente nadie se perdía la actividad de Fernando Valenzuela. Su inicio fue meteórico con los Dodgers, un año después de haber debutado, ganó el premio del novato del año, el trofeo Cy Young y además su equipo derrotó en la Serie Mundial a los Yankees de Nueva York, curiosamente este año, 43 años después, se vuelve a dar este choque.
El "Toro" empezó a brillar en la Liga Central de México, la cual era un circuito de desarrollo que alimentaba a la LMB, de ahí Raúl Cano en 1978, en ese entonces, manager de los Ángeles de Puebla, le echó el ojo y lo firmó para la novena poblana. Sin embargo, para 1979, el equipo era un trabuco y en cuestión de pitcheo no había lugares disponibles, el roster tenía a Ernesto Escarrega, a Pablo Gutiérrez Delfín, a César Díaz, a Fernando López, a Abraham Rivera, entre otros, no había cabida en el equipo de Jorge Fitch, por tal motivo la organización poblana lo terminó prestando a los Leones de Yucatán. A la larga, tal decisión no puede ser cuestionada, porque los Ángeles fueron campeones de la LMB. En lo que respecta a Valenzuela, tuvo una gran temporada con los Melenudos, con foja de 10-12, 2.49 de efectividad, tuvo 26 aperturas y completó 12 juegos, además de ponchara 141 rivales.
Tras su paso por Yucatán, Mike Brito, scout de los Dodgers lo catapultó a la Gran Carpa, los Dodgers hicieron la negociación con los Ángeles y el resto es historia. Fue una década de los ochentas en que todo era Fernando Valenzuela, la "Fernandomanía" estaba a tope, tuvo números impresionantes, destacando los récords de 1982 (19-13), 1985 (17-10) y 1986 (21-11).
Sin embargo, su estilo de pitcheo, simplemente único, le provocó varias lesiones y una baja de juego que originó su salida de los Dodgers y emigró con los Angels a principios de los 90's. Su paso con el equipo californiano fue breve y fue entonces cuando regresó a Liga Mexicana para enrolarse con los Charros de Jalisco. En ese 1992 tuvo registro de 10-9 con 3.86 en 22 aperturas. Su regreso a México fue un imán de taquilla para la LMB, pero su estadía en el circuito veraniego fue fugaz, porque para 1993 volvió a MLB con el uniforme de los Orioles de Baltimore.
Para 1994 otra vez regresó a México, de nueva cuenta con Charros, ese año tuvo marca de 10-3 con 2.67 en 17 salidas. El 30 de marzo de 1994, los Charros visitaron a los Pericos de Puebla y los aficionados poblanos no dejaron pasar la oportunidad de poder ver al ídolo mexicano. En esa serie, Valenzuela fue objeto de un homenaje por parte de la Directiva de los emplumados, en ese entonces encabezada por el CP Rafael Moreno Valle. Lamentablemente el "Toro" no tuvo actividad en esa serie.
En ese mismo año volvió a regresar una vez más con a MLB, ahora con los Filis. Años más adelante terminó su carrera con los Cardenales de San Luis, no sin antes haber jugado también con los Padres de San Diego.
En total jugó tres campañas en LMB con foja de 30-24, su promedio fue de 3.00 en un total de 65 aperturas, con 33 juegos completos.
En el invierno jugó para los Mayos de Navojoa, los Naranjeros de Hermosillo y con los Águilas de Mexicali, con estos últimos se mantuvo activo hasta la campaña del 2007.
Desde hace algunas campañas, el número 34 está retirado en la Liga Mexicana de Béisbol, en honor a Fernando Valenzuela, una excelente medida por parte del circuito veraniego.
Descanse en paz, Fernando Valenzuela.
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